viernes, 30 de noviembre de 2012

VIAJERA

Sentado en el andén observo cómo la gente baja y sube de los trenes. Algunos llegan a la estación en ‘estado de espera’, diría yo. Otros suben a sus trenes con destino a vivir y a soñar. Subir a un tren no siempre ha significado ganar, también es sinónimo de perder, quizás mucho, a lo mejor todo y ese es el precio que hay que pagar por el billete.

Las despedidas y las bienvenidas son mi alimento, sobrevivo observando cómo las lágrimas y las sonrisas de los pasajeros marcan los latidos de esta preciosa estación. Aquí estoy y allá estás tú.

Te he venido observando cuando llegas a la cafetería de la estación y desayunas, abres tu cuaderno, dibujas en él, miras el reloj y te vas sin subir a ningún tren. Siempre he soñado con viajar en el mismo tren que el tuyo, buscarte en los vagones, ver cómo te sorprendes por encontrarme allí y de una forma improvisada sentarme a tu lado y disfrutar sintiendo la velocidad en nuestros cuerpos.

No sé cuántos trenes más tendremos a lo largo de nuestras vidas. ¿Cuánto más hay que esperar? No sé si mañana tendremos la misma oportunidad, quizás si subo al siguiente tren sin ti nunca más vuelva a encontrarte y siempre viviría con la tristeza de que nunca respiré tu amor… tal vez sea ese el precio que tenga que pagar por mi billete… y entre idas y venidas de la mente lo único que me apetece es seguir disfrutando de ti, de tus sonrisas, de tu voz, de tu magia, de tu calor…

Quizás sea el siguiente tren.



1 comentario:

  1. Siempre es un placer leerte,llegarà ese tren y sentados juntos cruzareis vuestras miradas, descubrireis vuestras sonrisas y casi todo estarà dicho
    Mi cariño siempre. QRT

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