lunes, 21 de marzo de 2011

A DUO

Entre ella y yo... no hace falta que las letras caminen hacia un solo sentido cuando son varios los que existen. No hace falta que le hable de dolor cuando sus ojos descubren el rojo de mis pupilas y el nombre de su razón. No hace falta que le indique qué es lo que quiero cuando mis manos se estiran hacia un solo objeto y mi mirada señala con anhelo su presencia en mi vida. Entre ella y yo, todo eso no hace falta.

Ya nos conocemos, sobra cualquier ritual de apariencias y protocolos, sus ojos me hablan tanto o más que los míos a ella. Se cuentan entre ellos las verdades que su voz nunca me dijo, ellos saben lo que sucede mientras que mi corazón sigue mudo a la calidez de los tonos, es tan fácil, pero lo difícil sabe tan bien... un vicio al conocimiento.

Es agradable sentir el sol en el rostro mientras el frío hace de las suyas en los entresijos de los cuerpos. Por eso siempre deseo la llegada de la primavera que caliente el ambiente, pues me gusta tumbarme en el césped de las praderas de mi tierra, apoyar la cara entre los brazos y mirar al infinito. Entonces parece que estoy ausente del mundo y empiezo a jugar con los rayos del sol que intentan hacerme cosquillas.

Reconozco que hay detalles curiosos que me gustan saborearlos despacio, me gusta que ella me diga que le gusta saber que cuento siempre con ella, que me abrace con fuerza diciendo que me ve muy bien, me gusta sentir sus besos en la mejilla y que me diga que me echa de menos, me gustan los regalos sorpresa, me gusta que busque mi cara de alegría con sus regalos, me gustan sus correos, me gustan los sugus compartidos, me gusta oírla suspirar entre mis brazos, me gusta cantar con ella, me gusta perderme en el cine con una película, me gusta que me llame, me gusta saber que me desea, me gustan sus susurros, me gusta que me exija besos, me gusta saber que sus ojos siguen mirándome a pesar de todas las cosas, que me siga leyendo, que siga ahí.

Y que todo que esto quede entre ella y yo.

viernes, 4 de marzo de 2011

DE VIGILIA

Estoy peleándome con el mundo un rato largo, pues llevo unos días en que las noches son las que más nervioso me ponen, me cansan, me cabrean, me enfadan, hacen que sea consciente de mi existencia, de mis dudas, de mis sentimientos, de mis preguntas, de mi corazón y eso es lo que no me gusta cuando soy el primero que intenta arrancarlo y dejarlo latiendo en la mesa, ahí, bonito, quietecito... pero no, llega la noche, cuando todo está en silencio y es cuando lo escucho, pum, pum, pum... y ya no para, aumenta su velocidad, y sigo peleándome con el mundo como entontecido.

Ahora que estoy de vacaciones forzosas por la crisis en que se encuentra la Naviera, se supone que estoy descansando un poco más y si, porque no madrugo, eso hace que me levante más tarde y que mi pelea por conciliar el sueño dure hasta más tarde y así voy... ¿todo en esta vida se compone de círculos?

Parece que sí... por no hablar de las pesadillas en esos espacios de minutos llamado “entre sueños” ¿alguien ha soñado con arañas? No lo recomiendo.

¿Y cuando vuelas en sueños?, ¿y cuando te caes? Y es que cada noche me supone una auténtica aventura ¿y cuando sueñas que te caes, con arañas, con gigantes, con besos con desconocidas, con que vuelas y con que te chocas conduciendo en la misma noche?

Una auténtica pasada....a la mañana siguiente no soy persona durante un buen rato, mi cerebro necesita tiempo para descansar de tanto sueño, normal que al día siguiente me quede como si estuviese en Babia. Y todo este lío viene porque no puedo salir corriendo y huir de mis problemas ni de mi cabeza ni de mi mismo.

Y ahora me pregunto ¿ a qué viene escribir de todo esto ?.