viernes, 3 de diciembre de 2010

EL MENSAJE

Me falta el aire por muchos motivos, por muchas palabras guardadas, sentimientos que se mueven nerviosos en mi corazón y buscan una salida, pues no quieren morir ahogados en la turbación del espacio. ¿Por qué no puedo hacerlo? Le pido al corazón que se calme, que sea paciente, que espere, que observe, pero él se desespera por gritar al cielo que te quiero. ¿Dónde dejo mi corazón?

Elegiré una mariposa para llevarte el mensaje.. Sí, no es tan mala idea...

Vuela, llega, te rodea, te regala el susurro de un alma, te canta a escondidas y ni siquiera te das cuenta de que está ahí, contigo, cerca, muy cerca de todo lo que eres, de todo lo que forma tu corazón, tu ser, tu fragancia y tu esencia y ella vuela.

Quiero abrazar y cuidar todo aquello por lo que late el que me da la vida, valorar los pequeños momentos en donde se refugia en un instante aquello que es y será. Una dulzura infinita que navega por todos los recovecos de lo que soy, mi cuerpo, mi mente y esos suspiros por los que se me va el silencio de unos ojos cerrados, de un instante anhelado.

Las letras dejan de existir y las palabras pasan a ser inventadas por el vuelo de una sencilla mariposa, llena de magia, llena de mí, transformada en ese amor que no puedo escribir... y late y vuela y llega hasta ti.


viernes, 5 de noviembre de 2010

LA ESCALERA

Un día, sin darme cuenta, caminaba por una escalera como esta, que no me llevaba a ninguna parte.

Era imposible decidir en unos segundos pues había entrado en un mundo de incertidumbre y duda. Me quedé parado pensando qué hacía yo en ese lugar.
A cada momento sentí más incertidumbre y ya, por qué no… miedo. Me quería ir de ese lugar, ahí me di cuenta que para no quedarme parado, estático, ante situaciones como esta, tenía que tener objetivos y siempre mirar para adelante y así logré salir de donde me encontraba.

En ese instante me desperté, estaba soñando. Este sueño me sirvió para darme cuenta que tenemos que darle un sentido a nuestras vidas, mirar nuestro interior. Algunas veces nos vemos en ese interior y otras no, y en los momentos en los que estamos con la incertidumbre y la duda, tratemos de caminar más lentos y mejorar cada cosa que nos parezca esté mal en nuestras vidas, no nos quedemos quietos, sigamos caminado tambaleantes pero sin detenernos, de esa manera llegaremos a nuestra metas.

Si el miedo o la duda nos paralizan, caminemos con más fuerza, es la única manera de describir el verdadero sentido de la vida.

O al menos, así lo creo yo.

viernes, 15 de octubre de 2010

LUNA DE OTOÑO

Mientras apoyaba mi cabeza en el cristal me fijé que esa noche la Luna parpadeaba…. ¿o estaba guiñando un ojo?

Da igual lo que hiciese, aparecía y desaparecía entreteniendo mi mirada a la misma vez que dibujaba su perfil con mis manos.

Quisiera pasar la noche entera con los ojos bien abiertos, sin parpadear entre sueños de media hora y borrando de mi memoria los deseos de mi corazón. Fui el último en bajar del vagón, ¿otra vez aquí? Y guardo el silencio como si fuese el tesoro más preciado que tengo en mi vida. Las calles no tienen sonrisas, ni las luces brillan con fuerza, se hacen oscuras y resaltan una vez más los parpadeos de ella, esta noche, está risueña.

¿Podría llegar a ella? Me conoce, dice que me conoce y mientras le sonrío le susurro a corazón callado que baje a por mí y me lleve lejos, con ella, cerca de las estrellas y los ángeles que vuelan, no quiero vivir aquí. No es fácil convencerla, dice que se conforma con mis propuestas lanzadas al aire y las inquietudes de mi razón. Sé que también le gusta que le cuente mis secretos, que busque su palidez y me esconda entre las sábanas cada vez que corteja con un piropo desde los sueños. También sé, que no me lleva con ella porque un solo corazón latiendo fuerte no le es suficiente, desea el amor de todos los que se declaran soñadores, los que cuentan cuentos, y todos los que la miran nostálgicos de lo que fue, de lo que no será, del amor entre dos cuerpos fundidos en uno solo, de ese amor profesado en silencio al cielo.

Sé que nunca encontraré la fórmula para llegar a la Luna, que tendré que conformarme con la distancia de dos mundos y con el capricho de verla cada noche lejos, muy lejos de mí. Sé que no podré besarla pero me endulza con un momento imaginado cuando cierro los ojos y me envuelve entre sueños. Sé que nunca será mía, pero ella hace que verla desde la orilla de la mar se haga un momento tan íntimo entre nosotras que parece que ese instante ella es solo mía.

Si mis alas tuviesen suficiente fuerza para volar, llegaría, sé que lo conseguiría, pero, ahora mismo ni si quiera sostienen mi cuerpo, los sueños, sueños son.

domingo, 12 de septiembre de 2010

SOÑANDO

Dicen que soñar es gratis, pero yo creo que siempre se tiene que pagar un precio por viajar al maravilloso mundo de los sueños, y es que arroparse en los brazos de Morfeo, implica aceptar la letra pequeña que nunca se lee.

Quizás pretenda huir de los sentimientos que caminan de la mano junto a las emociones, pero es inevitable sentirse vulnerable cuando tu mente se encuentra fantaseando en ese mundo que tantos colores, hadas y duendes tiene.

Soñar significa sentir, sonreír cuando despiertas y crees que se ha hecho realidad, llorar, cuando el vacío retumba dentro de tu corazón, al darte cuenta que no, que ninguno de tus sueños ha traspasado la línea que separa a esos universos paralelos, tan lejanos y a la misma vez tan cercanos.

Te sientes frágil cuando descubres que por mucho que niegues, tú también sueñas, pero, ¿alguna vez has dejado de hacerlo? Y todas las veces que lo has hecho, has pagado el precio de sentir como la sangre recorre tu cuerpo, bombeando con más fuerza a cada lágrima o resquicio de felicidad, con cada uno de esos suspiros, con esas cosquillas que recorren tu estómago por sentirte emocionado, o aterrado.

Y es que, si existe algún momento del día en el que soy consciente de lo vulnerable que puedo llegar a ser en una determinada circunstancia, es cuando estoy en mi cama solo, soñando despierto, o dormido. Descubro que sí, que no soy tan fuerte, que mi cabeza vuela sin permiso, que mis manos dibujan cinturas, que las estrellas iluminan mi cielo, que mi mundo no es tan diferente al tuyo.

Y me siento desnudo cada vez que el cielo me envuelve con el reflejo de un corazón y destapa cada una de mis mentiras, ¿tan poco sé disimular? Pero luego llega el día con su luz y un tupido velo oculta de nuevo mis temores.

martes, 10 de agosto de 2010

A LA HORA DE LA SIESTA

Imagino por unos momentos que ella está acostada en la cama, sobre una colcha de colores. Tiene apoyada la cabecita en una perfecta almohada de látex.

Pies descalzos, respiración pausada, algunos mechones de su cabello reposando sobre sus hombros, una mano sobre su tripita plana y el otro brazo junto a su cuerpo, estirado y dejando ver la pulsera plateada en su muñeca derecha.

Se la ve tremendamente relajada. Su pecho se mueve marcando el ritmo de su respiración. Esos ojos benditos están cerrados adentrándose en el increíble mundo de los sueños de colores. Su boca, ligeramente entreabierta, permite que el aire circule a través de sus perfectos labios.

Su camiseta clara tiene un escote bajo y circular, dejando ver el nacimiento del pecho, y se adivina sin problemas su silueta con esos pantalones cortos y cómodos. Su sujetador amarillo está sobre el taburete que ella misma escogió y su bolso negro bandolero descansa en la cabecera de la cama a la altura del suelo.

No me importaría ser su centinela de la siesta, ni el guardián del templo de su cuerpo y su ser... para impedir que alguien osara molestar tan preciado tesoro en ese momento. Detendría las agujas del reloj que marcan el paso de las horas, para que recuperara fuerzas y tomara energía... para apresar la imagen y guardarla en el baúl de mis recuerdos.

Imaginemos que sin que lo hubiéramos previsto gira su cuerpo y se recuesta de lado... mirando hacia la ventana, por la que la entornada persiana permite entrar escasa luz.

Ahora las plantas de sus pies, una junto a otra, están frente a mí. Sus rodillas flexionadas me permiten ver sus fuertes gemelos... y sobre la cintura del pantalón asoman ligeramente sus braguitas y su piel. Se percibe perfectamente su cintura... podría dibujar su cuerpo con los ojos cerrados siguiendo la línea de su cadera.

No podría evitarlo... me acercaría y besaría tiernamente el hombro descubierto que se deja entrever en la penumbra de la habitación... ... ssshhh... cuidado no se despierte... voy a darle ese beso...

viernes, 9 de julio de 2010

INTIMIDAD

Llegas a la intimidad y como si de una desconocida se tratase te detienes a mirarla, posas las palmas de tus manos en su piel y sientes la textura que la envuelve, cierras los ojos y respiras su aire, sintiéndola, si es posible, aún más intima...

Lo relativo a la intimidad es la desnudez, sentir un cuerpo desnudo es lo más íntimo de rozar un alma sin vestidos, tú vuelves a cerrar los ojos y respiras cada milímetro de su piel saboreando sus pulsaciones, ¿será real? Suave, tan suave como los besos en la noche de los sueños, tan dulce como los gemidos mordidos elevando la curvatura de la espalda, tan extraño como la grandeza de la intimidad misma en su esencia.

Quizás, no supe escuchar bien, ¿Qué te dice lo íntimo en la intimidad? Demasiados secretos para ser desvelados en una sola noche, demasiadas complejidades que se visten de sencillos susurros. Las miradas cambian, las lágrimas reflejan el corazón. De cara a la pared como si la cosa no fuese conmigo, miro a mi derecha y estiro mi brazo como si quisiese alcanzar algo, algo que nunca llego a alcanzar, la lejanía, también es íntima.

¿Para qué decir nada? Si el silencio es lo más íntimo que siempre has alcanzado a rozar con la punta de los dedos y sus guiños alumbrados por las estrellas son los únicos que te quisieron arropar noche tras noche, en la intimidad de lo íntimo, en la quietud de la mudez, en privado, en secreto.

¿Quién lo entiende?

sábado, 12 de junio de 2010

SUEÑOS

Hoy mis sentimientos en complicidad con mi corazón me han pedido unos minutos para poder contarte lo que está pasando.

Me abrazo a mis sentimientos, juego con mis pensamientos, salto de un momento a otro con muchísima seguridad, hablo por lo que pienso y actúo por lo que soy.

Te tengo en mi mente contándote cosas que me hacen feliz y en mi corazón adornando todavía ese viaje del que alguna vez te hablé.

Ya no cuento con mi inseguridad y tampoco interrogo mis sentimientos por lo que hago, pues encontré las llaves para cerrar las puertas de esas habitaciones tan oscuras en mí. Archivé ese viejo álbum de fotos para empezar uno nuevo cuando tú lo desees.

Las miradas, caricias, risas, gestos, frases o simplemente palabras sueltas las acomodo en el mejor estante de mi corazón porque son tuyas… mejor dicho nuestras.

Y vivo el presente de tal manera que me hace imaginar el futuro, porque presiento que estás ahí, en cada momento de mis días, en cada segundo de mis horas, y ello me recuerda que si lo deseas… tú puedes ser la razón de mi
felicidad.

Yo siempre te estaré esperando.

domingo, 16 de mayo de 2010

SENTIR


Es difícil dejarse llevar muchas veces por los sentimientos pues se condenan, se matan, se pisotean y se esconden olvidados en “aquel cajón de la mesita de noche” que nunca más se vuelve abrir durante una buena temporada, ¿para qué? si es seguro que volverán a doler.

Y así sucede, que pasan los días y encuentras que una parte de ti se queda constantemente bloqueada ante ciertas situaciones, como por ejemplo una noche a solas con una hoja de papel en blanco y un poquito de tinta para amar.

Pero no siempre tiene por qué ser la sensibilidad la que mande entre mis dedos a la hora de relatar cuentos, historias y fantasías, pues para hablar de estas cosas prefiero el resto de mi cuerpo.

¿Y la dulzura?, ¿y la magia?, ¿y la suavidad? Se acurrucan en unos ojos cerrados que sonríen despacito por si alguien los sorprende brillando un poco más de lo permitido, no, eso está prohibido, pero, que esté prohibido no quiere decir que no se pueda hacer...

Entre picardías, guiños y silencios, recojo todos mis sentimientos y me los llevo conmigo a pasear a la orilla del mar, creo que han estado el tiempo justo y necesario olvidados. Me siento con fuerzas para coger uno por uno y clasificarlos en su rincón correspondiente y seguir caminando con ellos, porque al fin y al cabo, forman parte de mí y yo sin sentir no puedo volar cerca de ti ... preciosa desconocida.

sábado, 24 de abril de 2010

EN ESPERA


Existen misterios, sueños, secretos, verdades y deseos que se envuelven con solo respirar, suspirar y mirar... A veces la locura es tan dulce y frágil que pienso que con un solo paso se romperá y por no perderla me quedo inmóvil observando y sonriendo.

Siento curiosidad por la vida, siento una tremenda curiosidad por todo lo que la rodea. Ya no busco respuestas sino desenlaces, no busco explicaciones sino acciones, ver como das un paso y retrocedes dos, observar cómo me llamas y me buscas y me encuentras...

Te miro, te respiro, te acaricio, te beso y cierro los ojos, solo con sentir que estás ahí me basta y no solo estás sino que me abrazas y yo solo pienso en lo dulce que es la ilógica vestida de locura y lo irracional que puede ser la vida, tan llena de ti.

Es tan sabroso no entender nada, que me comería el deseo mordiendo todos los centímetros de tu piel, arrancando suspiros de donde nadie jamás lo hizo, provocando gemidos de tus labios entreabiertos llamando al aire que le cede la vida y el placer... mirar tus ojos y entender que no tengo que entender nada, esconderme de tu iris abrazando tu espalda mientras la curiosidad mata mi sed sin saciar y me retuerzo de éxtasis.

Mientras lo ilógico siga siendo tan dulce, esperaré de nuevo que aparezcas por fin, mientras la duda se esconde en mi cuerpo… que anhelante guarda tan solo unos pocos misterios sin secretos para los besos.

miércoles, 14 de abril de 2010

TUS BESOS

No quise creerte cuando me dijiste que sencillamente éramos polvo de estrellas, ¿sencillamente? En silencio observaba cómo mirabas el horizonte impresionada por unas lucecitas que asomaban tímidas en el cielo..... ¿qué tendrán ellas que no tenga yo?

--- “Y hasta les puedes pedir deseos” decías aún más hipnotizada, pero hipnotizado me tenías tú a mí...

Nunca en mi vida había hecho algo parecido por una chica. Nunca se me había ocurrido sentarme en la hierba para ver el atardecer mientras un millón de gotas de agua acariciaban mi cuerpo, estaba lloviendo, si, y ahí estabas tú sin importarte lo más mínimo.

Me convenciste con la suculenta propuesta de que si aguantaba media hora contigo sentado debajo de la lluvia me darías un premio como recompensa y yo, inocente de que ese premio sería el primer beso de tus labios acepté.

¿Por qué estaba tan seguro de que sería el primero?.... porque el segundo te lo robaría yo.

¿Por qué no me besa ya? Ese era el único pensamiento que tenía, no podía centrarme en tu teoría de los cuerpos celestes, las gotas de lluvia que aman, los ángeles enamorados... un momento ¿cómo puede el agua amar? Eso era una auténtica tontería, pero yo aguantaba como un verdadero campeón, haciendo que escuchaba y asintiendo con la cabeza a todo lo que decías embobado por tu belleza, fue entonces cuando empezaste a sospechar que no era capaz de escucharte...

--- “¿Sabes?, creo que podemos irnos ya”.
Era una trampa, no entiendo cómo no me di cuenta que eso era una trampa sin compasión, yo, cual robot asentí que si a tu propuesta “si, si si”... ¿cómo que sí?, ¿Y mi beso?, no he estado media hora haciendo el tonto sin más por nada, así que enfadado reclamé lo que era mío: “¿Y mi beso?” te pregunté con un tono desesperado medio disimulado... y pícara sonreíste, “¿Beso?, Yo no te dije nada de un beso, te dije que te daría un premio”. No, no dijiste nada, pero sabías desde un principio lo que yo quería. Supongo que mi cara en ese momento se descompuso y era un auténtico poema ¿cómo se me podía haber escapado eso?

--- “Así que quieres un beso” seguías sonriendo cada vez más traviesa mientras las gotas de lluvia empezaban a evaporarse cuanto más se acercaban a mi cuerpo, debido al calor provocado por la vergüenza de ser el hombre más estúpido del planeta.

--- “Esta noche no habrá beso” dijiste.

Un momento, ¿has dicho esta noche?, ¿Eso quiere decir que no habrá beso? ¡Siiiiiiii…! Procuré que solo fuese gritado en mi mente, aunque creo, que mi cara y mis ojos volvían a ser unos chivatos de mis deseos...

---- “La única condición es que me hagas el amor antes con tus labios, no te lo voy a poner tan fácil” susurraste tan dulcemente, que casi el aire sabia a miel...

No supe que contestarte, en realidad, no había nada que contestar, así que tembloroso y enfadándome con mi cuerpo otra vez, por ser tan traidor que no era capaz de contener en silencio las reacciones de mi corazón, te cerré los ojos lentamente y con mis dedos dibujé el perfil de tus labios besándote al compás de la lluvia, tan solo porque quería mi beso, tan solo porque estaba enamorado, tan solo porque te deseaba....

viernes, 26 de marzo de 2010

LLUVIA


Debajo de la lluvia, buscas un refugio para tu soledad. Tímidamente, quieres encontrar unas manos que acaricien los resquicios de esperanza que se cobijan dulcemente entre tus sueños, cerquita, muy cerquita del corazón.

Un día, un día no muy lejano, fueron los pilares que arrastraron contigo toda la fuerza del huracán, que se oculta siempre en lo más profundo del latido humano. Creíste en las hadas, en los cuentos, en los seres imaginarios que forman parte de la fantasía. Fuiste una persona con fe, tanta fe que no solo moviste montañas, sino que revolucionaste el universo entero, para buscar aquello que un día, un día no muy lejano, perdiste.

¿Qué puede ser más importante que querer? Querer un alma, besar al ser más preciosos y hermoso que nadie ha visto nunca nacer, ¿qué puede ser más importante que amar….? Arropar su cuerpo entre tus brazos y entregar todo lo que forma parte de ti, es tuyo, eres suyo, es tuyo, eres tú...

Y sin querer, perdiste lo más importante, la identidad que escribe tu nombre a fuego sellado en tu razón, en tu alma, en tus besos, te perdiste a ti mismo buscando el amor, que nunca llegará, hasta que tus manos acaricien los escondrijos de tu alma con suma delicadeza. Tus sonrisas, tus juegos, tu divertida forma de ser, tú, solo eres tú.

Junto a ti, junto a todo lo que formas, eres y amas, junto a tus latidos, refúgiate en mi interior, que yo protegeré lo que celosamente guardas, el secreto de ser quien eres.

jueves, 18 de marzo de 2010

CORAZON EN ESPERA


Los estados del corazón son tan delicados…...!!

Lo notas cuando está vacío, cuando está sediento, cuando necesita cuidados o cuando siente indiferencia. A veces se acelera, se pone nervioso, otras late tranquilo y mira el paisaje como si estuviese sentado en un vagón de tren viajando hacia ningún destino. El tren no espera, cuando tiene que salir de la estación se lanza hacia la aventura de lo que llaman vida.

Siento muchas cosas, me gusta saber en qué estación se encuentra mi tren o dónde viaja mi corazón. Cuando no puedo ponerle nombre me inquieto, es como si caminase con una venda en los ojos y me guiase tan solo por mis manos, con texturas, con caricias... Entonces llegas tú y me besas y me susurras muy bajito “es por aquí”. Como si no tuviese elección sigo tu dulzura, respiro tu aroma y continúo por donde me has guiado sin saber a dónde me llevas. Confianza ciega lo llaman.

“Que paren el mundo que yo me bajo aquí”, pero no bajas, solo hay una forma de hacerlo y ese momento aún no está escrito. Miro cómo el frío hace temblar los cuerpos y sin hacer demasiado ruido me separo a fumar un cigarro solo sentado en cualquier andén. “¿Crees que no te he visto?” pero me mirabas y no te acercabas, “Te quedaba demasiado bien esa escena como para romperla” Escena final... ”Hoy pensé que me seguías deseando...”

domingo, 7 de marzo de 2010

SABOR


No recuerdo a qué saben tus besos, no recuerdo cómo es el tacto de tus labios...
Sí que se me viene a la memoria aquello que decías:

-Tengo una pequeña costumbre, me gusta siempre morder el labio inferior muy despacito y dejar que lentamente se separen de mi boca.

Esos besos que no son besos, cuando te quedas a escasos milímetros de los labios, pero siguen siendo un casto beso en la mejilla, insinuado, descarado, incompleto...

No creo que exista algo mejor en esta tierra que quedarse atrapado en el tiempo junto a unos labios arropado de caricias vestidas de un pequeño momento inventado en el universo, en el que nadie más forma parte de él, tan solo tú y mis labios, tan solo dos bocas haciendo lo que se llama amor, dejando que tu alma roce levemente la mía escribiendo en el corazón huellas que un día no muy lejano recordaré cada vez que cierre los ojos y trate de volver con la imaginación a ese instante creado de magia y dulzura.

Te digo que forma parte del placer y muerdo mis labios hasta desgastarlos, la mente tiene tanto poder que si así lo quiero puedo volver a la magia y volver a besar, oler, acurrucarme entre tu cuello, abrazar tu cintura y dejar que mi cuerpo bese tu cuerpo, haciéndole mío y de nadie más.

Puedo bajar desde tu cuello hasta tu ombligo besando con mi lengua tu piel al compás que mis manos descubren cada milímetro que forma parte de ella, puedo esconderme entre tus piernas con los ojos cerrados y acariciarlas con mi cara respirando tu aroma y perdiéndome en el silencio suspirado del preludio a lo que será una única noche inventada entre siluetas soñadas. La piel, el silencio, los cuerpos...

Yo invento entre mis manos los besos y mi boca se queda desnuda por no encontrar los labios que desean morder. Mis manos siguen siendo frías y se quedan sin un cuerpo que les dé calor. Mi cuerpo tiembla sin que nadie lo haya hecho temblar y mi corazón se queda quieto al prohibirme latir, no puedo latir, no puede latir.

Solo me quedo entre sueños imaginando que tu cuerpo es el que está desnudo debajo del mío y soy yo el con los ojos cerrados vuelve a respirar y besar cada parte de él y mis labios vuelven a besar y a morder...

Todo sería lento, suave, dulce, todo se reduciría a un solo beso...

viernes, 26 de febrero de 2010

FUE LA LUNA

Aquella noche la luna brillaba con esa intensidad que sólo puede tener el día… Aquella noche la luna era más llena que nunca… y veía en ella tal intensidad y tal brillo que me hacían sentir que esa noche debía ser la noche…

Tenía mis razones, pues Paola era amante de las noches de luna llena. ¡ Tantas veces había oído las palabras emitidas por su dulce y sensual voz ! :

- “Amo las noches de luna llena y en esas noches sueño con estar junto a quien ame”.

Y aunque nunca eran dirigidas a mí, sí que eran dichas cerca de mi… al tiempo que posaba su mirada en la mía.

Y en el día que precedió a esa noche, Paola me hizo saber que había llegado el momento. Tantas miradas, tantas sonrisas nerviosas, tantas sensaciones reprimidas, tantos deseos ocultos que ansiaban salir a la superficie… y en unas breves y cortas palabras ella me hizo saber que era el momento, el día, la noche…

Se acercó a mi, se colocó a mi lado y sin mirarme siquiera murmuró las palabras que me hacían saber que el momento había llegado:

-“Hoy la luna brillará más que nunca y nada como dejarse bañar por su brillo… Estaré en casa…”.

Su mano buscó la mía y depositó en ella un pequeño pedazo de papel, donde una dirección y una hora me decían…que ese era el día, que esa sería la noche.
Acudí sin dudar al lugar señalado, acudí sin pensar, sólo guiado por la fuerza que latía dentro de mi…, guiado por el recuerdo de sus palabras tantas veces oídas:

- “Amo las noches de luna llena y en esas noches…”.

Y miré la luna brillar…

Una llamada a la puerta…, una puerta que se abre en silencio..., una escalera frente a mi…, un apartamento en penumbra… y una terraza abierta... iluminada por la brillantez de aquella luna plateada que estaba guiando mis pasos.

Sonaba una música melódica que embriagaba los sentidos y me hacía sentir aún más que todo eso era un sueño hecho realidad… Y de repente la vi.., apoyada en la terraza, mirando al cielo, de espaldas a mí..., bañada por la luz de la luna… Nunca olvidaré aquel momento…

Me acerqué en silencio… hasta que mi voz susurrada pudiese ser oída por ella:

- “Eres la imagen más bucólica que podía soñar…”.

Paola se giró lentamente y al hacerlo su rostro me iluminó… Esa cara de ángel, esa mirada llena de sensibilidad, esos labios sensuales reflejando el brillo lunar. Toda ella envuelta en un suave vestido negro que resaltaba aún más su piel de porcelana iluminada. Ya no había dudas… aquella era la noche y ella era la mujer perfecta… y entonces, envolviéndome con su voz dijo:

- “No soy una imagen, soy real y estoy aquí…, para ti…”

Ya no había más que hablar, sólo dejarse llevar por el deseo y la sensualidad de la noche para amarnos bajo la luz de la luna. Y allí, bañados por ella, entregamos nuestros cuerpos al placentero momento de dejar caer nuestras ropas, al placentero momento de rozar nuestros labios, al placentero momento de sentir nuestras pieles rozarse, nuestros labios unirse, nuestras manos tocar el cuerpo del otro, nuestras bocas recorrer los cuerpos desnudos... y terminar por amarnos en perfecta unión que nos llevó al maravilloso éxtasis de gemir entregados uno al otro…
Aquella fue la noche… aquella fue la luna

viernes, 12 de febrero de 2010

INTIMIDADES

- ¡Qué cansada estoy! dijiste estirando tus bien acabadas piernas sobre la cama.

Me arrimé a ti y con una delicadeza sólo comparable a la que usó el que probaba los zapatos a Cenicienta, te descalcé lentamente. Los dedos de tus pies se separaron con la comodidad que les daba el estar descalzos. Acerqué mi mano y mis dedos acariciaron tu empeine con lentitud de caracol, captando en su superficie el temblor de un vello invisible que se erizaba.

- Llevamos toda la tarde paseando, te excusaste.

Incliné la cara y mi lengua, deseosa, se dedicó a dibujar adornos cubriendo tus pies. Tus dedos se agitaron gustosos durante todo aquel proceso, sintiendo mis labios que les acariciaba con suaves besitos. Aquel baile múltiple de mis labios y la lengua recorriéndoles uno tras otro, duró un tiempo que no sabría medir, como tampoco el intenso placer que me produjo. Lo que sí me di cuenta es que aquella relajación se transmitió a tus piernas y un vivo sosiego pareció rodear todo tu cuerpo.

Cuando terminé con los dos pies me recompensaste con un suspiro de placer y una mirada golosa. Te pusiste entonces de pie, estiraste la falda y dándome la mano me dijiste:

-Ahora soy capaz de ir caminando contigo hasta la muralla China.

domingo, 31 de enero de 2010

SOÑANDO

Querido amigo, ¿me preguntas cómo es ella? Trataré de contarte.

Aunque tú amas la escritura como yo, sabes que muchas veces se hace imposible encontrar las palabras para describir la belleza, la pureza y la perfección.

Podría yo contarte, que cuando estoy con ella, las emociones se suceden, y nace un sentimiento instantáneo y una energía inexplicable, como si una aureola invisible nos rodeara. Quizás me tengas por loco, pero yo siento que me elevo y mi corazón se encuentra en paz.

No sé mucho de ella, amigo, pero puedo empezar contándote que me gusta su nombre, que tiene carácter, que me dice las cosas de frente, que me dice sus verdades sin quitarme el placer de contemplar el brillo de sus ojos, y que me inspira demasiado.

No sé mucho de ella, conozco algunos sueños suyos, y me he propuesto cumplir algunos.

Y lo más importante es que le ha traído a mi vida una profunda felicidad. No tenemos planes, no tenemos mapas, sólo la promesa de no hacernos daño y de no olvidarnos jamás. Te puedo contar cómo fue el último día que pasamos juntos: me dio un suave beso, me miró a los ojos, y me dijo suavemente “no sé por qué te amo”.

¿Me preguntas cómo es ella?

Solo sé que cuando llega la noche, amigo, me pierdo en su recuerdo...

Y pienso ahora que mientras que uno hace tantos planes para los días por venir, los días vienen y nos sorprenden, y de pronto uno se encuentra con la mente puesta en un ser, a quien no puede tocar, a quien no puede besar, a quien no puede escuchar. Y uno se pone a pensar si todo no es fruto de la propia imaginación, si el corazón se ha vuelto loco y sufre alucinaciones y entonces no hay respuestas, ninguna respuesta. Sólo el deseo de vivir junto a ella el próximo amanecer

martes, 26 de enero de 2010

DIOSA

Ondina, nereyda... ¡Mujer sagrada!
que vive y habita en las profundas aguas,
océano, hogar de profundos mares y corrientes de la vida,
mensajera de ilusiones y sueños, esperanzas y quimeras,
sembrando siempre caminos, donde su huella tal vez,
nunca podrá sus frutos cosechar.

Collar de perlas... de la mar su llanto,
llenando espacios, con la lluvia salada en sus ojos,
abundancia de cielo y mar en sus manos,
Isis egipcia, madre del desierto, sirena pura, madre natura,
¡Cibeles reina!

¡La Reina de los Mares!
el huracán...
así me llamas...
La mujer poema, la mujer canción,
el sol radiante de tu místico esplendor,
que en su sonrisa porta,
la frescura del amanecer,
por derecho la llamas: "vida",
por decreto se llama: "amor"

No soy reina que en la mar se vierta,
ni la diosa que inexperta,
inventara del amor su ser,
ni Cibeles de las aguas, ni sirena,
sólo soy esa mujer: ¡Sí...esa mujer!
¡La mujer que te desea!