
Nos miramos, cerramos los ojos, tu rostro y el mío más cerca... a escasos milímetros.
Mi nariz roza tu suave rostro, y la piel comienza a fundirse.
Se entreabren los labios con ansia de más.
Respiramos al mismo ritmo.
Permanecemos unos segundos frente a frente, deseándonos.
Se tocan nuestros labios lentamente y comienzan al momento a buscarse y a encajar constantemente.
Juegan...
Todos mis sentidos puestos en tu boca y la mía... lanzándote mi corazón abierto, lo que siento...
Calor, ternura... despacito... es tuyo, sólo tuyo.
Momentos de ausencia y presencia, en los que el aire se empapa de magia. En los que dos pasan a ser uno, en los que te elevas... en los que tu mente y tu cuerpo se transforman.
Mis dedos caminan lentamente por tus ojos cerrados, por tus labios, tu frente, tus mejillas... tu pelo se revuelve entre mis manos.
Cada centímetro de tu cara es un poco más mío...
Te relajas y te acurrucas encontrando tu sitio en mi cuerpo. Respiras más y más profundamente.
Buenas noches cielo...