Hay mañanas que la primera reflexión que me viene a la cabeza es lo misteriosos que somos los humanos con los demás, con nuestros seres queridos y con nosotros mismos, y enseguida pienso que el día que ponga nombre, o que encuentre en el Diccionario la palabra que se ajuste a todo este infinito ciclo de misterios, ese día me diré ¿y ahora qué…?
Y como el misterio continuará por más que intentemos llegar a desvelarle, se me ocurre exponer lo hermosa que es una lágrima, esa que rueda por una mejilla y cae al labio, o cae a la nada... Una lágrima llena de todo cayendo en la nada, dejando un vacio lleno... ¡ otro galimatías de los míos…XD…!!
El súmmum de este desvarío sería dejar huella explicando el significado que pudiera encontrar a este absurdo asunto y como al fin y a la postre todo esto no valdría de nada, por ese motivo no lo busco.
Lo que sí tengo claro es que si el misterio no tiene nombre… tampoco tiene límites y que el día que encuentre significado a lo profundo, el día que se apague este huracán lleno de revoluciones, mi ambición será….. vivir lo breve de lo eterno.