martes, 10 de agosto de 2010

A LA HORA DE LA SIESTA

Imagino por unos momentos que ella está acostada en la cama, sobre una colcha de colores. Tiene apoyada la cabecita en una perfecta almohada de látex.

Pies descalzos, respiración pausada, algunos mechones de su cabello reposando sobre sus hombros, una mano sobre su tripita plana y el otro brazo junto a su cuerpo, estirado y dejando ver la pulsera plateada en su muñeca derecha.

Se la ve tremendamente relajada. Su pecho se mueve marcando el ritmo de su respiración. Esos ojos benditos están cerrados adentrándose en el increíble mundo de los sueños de colores. Su boca, ligeramente entreabierta, permite que el aire circule a través de sus perfectos labios.

Su camiseta clara tiene un escote bajo y circular, dejando ver el nacimiento del pecho, y se adivina sin problemas su silueta con esos pantalones cortos y cómodos. Su sujetador amarillo está sobre el taburete que ella misma escogió y su bolso negro bandolero descansa en la cabecera de la cama a la altura del suelo.

No me importaría ser su centinela de la siesta, ni el guardián del templo de su cuerpo y su ser... para impedir que alguien osara molestar tan preciado tesoro en ese momento. Detendría las agujas del reloj que marcan el paso de las horas, para que recuperara fuerzas y tomara energía... para apresar la imagen y guardarla en el baúl de mis recuerdos.

Imaginemos que sin que lo hubiéramos previsto gira su cuerpo y se recuesta de lado... mirando hacia la ventana, por la que la entornada persiana permite entrar escasa luz.

Ahora las plantas de sus pies, una junto a otra, están frente a mí. Sus rodillas flexionadas me permiten ver sus fuertes gemelos... y sobre la cintura del pantalón asoman ligeramente sus braguitas y su piel. Se percibe perfectamente su cintura... podría dibujar su cuerpo con los ojos cerrados siguiendo la línea de su cadera.

No podría evitarlo... me acercaría y besaría tiernamente el hombro descubierto que se deja entrever en la penumbra de la habitación... ... ssshhh... cuidado no se despierte... voy a darle ese beso...