domingo, 31 de enero de 2010

SOÑANDO

Querido amigo, ¿me preguntas cómo es ella? Trataré de contarte.

Aunque tú amas la escritura como yo, sabes que muchas veces se hace imposible encontrar las palabras para describir la belleza, la pureza y la perfección.

Podría yo contarte, que cuando estoy con ella, las emociones se suceden, y nace un sentimiento instantáneo y una energía inexplicable, como si una aureola invisible nos rodeara. Quizás me tengas por loco, pero yo siento que me elevo y mi corazón se encuentra en paz.

No sé mucho de ella, amigo, pero puedo empezar contándote que me gusta su nombre, que tiene carácter, que me dice las cosas de frente, que me dice sus verdades sin quitarme el placer de contemplar el brillo de sus ojos, y que me inspira demasiado.

No sé mucho de ella, conozco algunos sueños suyos, y me he propuesto cumplir algunos.

Y lo más importante es que le ha traído a mi vida una profunda felicidad. No tenemos planes, no tenemos mapas, sólo la promesa de no hacernos daño y de no olvidarnos jamás. Te puedo contar cómo fue el último día que pasamos juntos: me dio un suave beso, me miró a los ojos, y me dijo suavemente “no sé por qué te amo”.

¿Me preguntas cómo es ella?

Solo sé que cuando llega la noche, amigo, me pierdo en su recuerdo...

Y pienso ahora que mientras que uno hace tantos planes para los días por venir, los días vienen y nos sorprenden, y de pronto uno se encuentra con la mente puesta en un ser, a quien no puede tocar, a quien no puede besar, a quien no puede escuchar. Y uno se pone a pensar si todo no es fruto de la propia imaginación, si el corazón se ha vuelto loco y sufre alucinaciones y entonces no hay respuestas, ninguna respuesta. Sólo el deseo de vivir junto a ella el próximo amanecer

martes, 26 de enero de 2010

DIOSA

Ondina, nereyda... ¡Mujer sagrada!
que vive y habita en las profundas aguas,
océano, hogar de profundos mares y corrientes de la vida,
mensajera de ilusiones y sueños, esperanzas y quimeras,
sembrando siempre caminos, donde su huella tal vez,
nunca podrá sus frutos cosechar.

Collar de perlas... de la mar su llanto,
llenando espacios, con la lluvia salada en sus ojos,
abundancia de cielo y mar en sus manos,
Isis egipcia, madre del desierto, sirena pura, madre natura,
¡Cibeles reina!

¡La Reina de los Mares!
el huracán...
así me llamas...
La mujer poema, la mujer canción,
el sol radiante de tu místico esplendor,
que en su sonrisa porta,
la frescura del amanecer,
por derecho la llamas: "vida",
por decreto se llama: "amor"

No soy reina que en la mar se vierta,
ni la diosa que inexperta,
inventara del amor su ser,
ni Cibeles de las aguas, ni sirena,
sólo soy esa mujer: ¡Sí...esa mujer!
¡La mujer que te desea!